La verdad es que mentiría si fingiese sorpresa ante las críticas que han surgido a raíz del fichaje de Tchouaméni por el Real Madrid. Los mismos que estaban deseando vender otro fracaso de Florentino corrieron dispuestos a explicar por qué era un gran error pagar 100 millones por «un jugador desconocido». Para empezar cabe explicar que la entidad madridista desea fervientemente pagar esos 100 millones, aunque sólo sean 80 fijos. Una parte de los variables en este caso dependen de éxitos tan enormes que harían de por sí baratos esos variables y el precio de traspaso.
No debería hacer falta explicar que no conocer a Tchouaméni, más que hablar mal del jugador, habla mal del periodista deportivo. Si no lo has visto, lo prudente es no opinar hasta verificar su nivel con tus propios ojos. Para los que sí han visto al jugador y lo han analizado, el francés es uno de los mejores centrocampistas defensivos del mundo y así lo acreditan sus éxitos. Ha sido nombrado jugador del mes en cuatro ocasiones y jugador de la jornada en nueve. Todo ello compartiendo campeonato con Mbappé. El Liverpool, el PSG y algún grande más como el City le pretendían y estaban dispuestos a ofrecer su precio de mercado, que no es otro que el que están dispuestos a pagar los oferentes.
Siendo burda este tipo de crítica, lo ha sido más equiparar al Real Madrid con los clubes estado. Dicen los críticos que las quejas madridistas contra los equipos que vulneran el Fair Play Financiero queda en nada ya que el Madrid es el primer club que también paga 100 millones por cualquier jugador. Parece mentira que haya que explicar esto. El Real Madrid es de sus socios y se procura por sus propios medios sus recursos. El Madrid acude a la financiación, claro que sí, pero paga con sus ingresos que provienen de empresas independientes al club.
Los clubes estado, como su nombre indica, son propiedad de estados u oligarcas. Reciben continuas inyecciones de dinero a través del propio propietario o de sus patrocinadores que inflan hasta situar fuera del mercado los fees que pagan estas empresas asociadas. Nadie puede creer que valga más la camiseta y marca del PSG que la del Madrid o Barça. A pesar de caer en estos excesos, los clubes estado caen recurrentemente en pérdidas y ello no les priva de seguir inflacionando el mercado con traspasos y salarios que pagan sin sus propios recursos.
Por ello, el Real Madrid está más legitimado que nunca para seguir en la pelea. El fichaje de Tchouaméni se ha revelado como un milagro dada la oferta que el francés tenía del PSG. La voluntad férrea del jugador ha permitido un fichaje que cada vez será más milagroso si se siguen sin cumplir las normas.